miércoles, 2 de noviembre de 2016

Feliz Día De Muertos

Amigos, me gustaría empezar este post con una calaverita-OTA que escribí esta tarde.


   Estaba la parca sentada al bus esperando
cuando de repente se acerca Mariana gritando
"¡Muerte, vieja amiga, te he estado buscando!...
¿Sobre mi propuesta, quizás, ya has pensado?"

la flaca se levantó y contestó sin vacilar:
"Oh, Dios mío, Mariana, no te puedo matar
por muchas ganas que tengas de en el campo santo descansar
aún no ha llegado tu tiempo, así que deja de molestar"

Mariana se resistía a la negación
"Debe haber una manera de terminar en el cementerio pronto", imaginó
así que con creatividad un plan ideó
para acabar bien fría y tiesa en el panteón



Resguardarse de la tormenta bajo un árbol se le ocurrió
pero ningún trueno o rayo se escuchó
después arrojarse frente a un autobús pensó
y cuando lo hizo, el camión a último momento la esquivó.

Comida envenenada y carros sin frenos
ninguno dio resultado, lo que dejó a Mariana en desconcierto
la muerte, intrigada, a lo lejos la observaba
no entendía porqué alguien querría morir con tantas ganas


Pasó el tiempo y Mariana no se pudo morir
así que no le quedó de otra más que su vida ponerse a vivir
terminó la carrera, consiguió trabajo y encontró un nuevo amor
y a pesar de todo latía feliz dentro de ella su corazón
su familia estaba sana, sus sueños brillaban
pero no todo era fácil y llegó entonces la parca a visitarla

"Ya estoy aquí para darte lo que siempre has querido
a la otra vida tienes pasaje VIP, te vienes conmigo"
"Pero ahora soy feliz", Mariana explicó
"Dame un par de años más antes de dormir por siempre en el panteón"

"Siempre habías sido feliz, compañera" la flaca dijo
"Sólo que ahora lo puedes ver reconocido"
"¿No tengo escapatoria, entonces?", Mariana preguntó
"He llegado hasta este punto, ¿Es que mi muerte no tiene solución?"

"Perra, no lo entiendo, me tienes confundida
tanto tiempo me buscaste, ¿Y ahora te opones a tu partida?"
"Perdón, muerte, así soy yo", Mariana respondió 
"es parte de mi encanto no tener en claro una decisión"

"Te diré qué, un día por ti llegaré
sigilosa y sin avisar me apareceré
entonces  vendrás conmigo te guste o no
la siguiente vez que me veas no tendrás poder de elección"

Ante las palabras de la muerte, Mariana meditó
"Entonces yo voy a aprovechar mi vida, cada día", prometió
"Veré la luz en la miseria y agradecida por ello estaré
cuando sea que regreses, lista contigo yo me iré"

La muerte y Mariana se despidieron
muy conscientes de lo que ambas dijeron
"Esa tipa está demente" la calaca pensó
"pero al menos creo que ya la lección aprendió"


COLORÍN COLORADO ESTE CUENdigo.

:3


Siéntanse libres de criticar mi trabajo. Lo hice mientras comía y veía la tele. No es una calaverita tradicional, como verán. Es larga, es una historia un poco más desarrollada y no tiene final feliz -o sea, no me muero alv-.
Para los amigos extranjeros que leen este amable blog cada post, permítanme contextualizarlos: Las calaveritas son textos literarios que se producen mucho en estas épocas del año. Son narraciones en verso que nos hablan de cómo la muerte viene por nosotros y por todos a los que amas. Son chistosas, tienen intención de burlarse de lo inevitable y de las características de las personas. Por lo general son cortas y la muerte es el personaje principal.

Yo me tomé la libertad de tomar ciertos elementos y hacer una con mi estilo y he aquí el resultado:
Una mediocre calaverita literaria en donde hablo de lo mucho que me quiero morir y que la muerte me llama "perra" por no entender mis cambios tan violentos de humor. 

Si les gustó, díganmelo. Si no les gustó, díganmelo también. Si tienen una crítica, díganmela, son bienvenidas aquí, en este no tan humilde blog. Si tienen crítica destructiva, quédensela. 

En fin.


Esto de las calaveritas literarias son parte de un aparente sin fín de tradiciones que envuelven al misterioso y fascinante día de los muertos, dos de noviembre. Cierto, ayer también se celebraron a los muertos, pero el uno de noviembre se llama "Día de todos los Santos" y se enfocan en los niñitos muertos. Hoy es más universal.




Me ENCANTA el día de los muertos y hay tantas razones: desde el clima -el horario no tanto, tbh-, hasta el pan de muerto, el chocolate caliente y los alfeñiques, la decoración con motivo de calaveras, tumbas y cualquier cosa sombría, el olor y el color de las flores de cempasúchil. Las velas, los tapetes de semillas, el papel picado de colores y el ambiente en general. Las historias de terror, el maquillaje, los altares. Es melancólico, dulce-amargo. Es cómodo pero al mismo tiempo una niebla casi intoxicante de misterio y adrenalina cubre el lugar. Todo es posible en día de muertos. Es mágico.

Es socialmente aceptable bromear sobre la muerte y está bien ser un tremendo miedoso-cobarde.


A diferencia de jalogüin, donde el chiste está en escondernos de los espíritus malignos que pasean por este, nuestro mundo, a hacer travesuras, en día de muertos es abrir las puertas de nuestras casas para recibir a los espíritus de los buenos. De nuestros familiares, de nuestros amigos. De todos aquellos que ya se fueron y que dejaron una huellita en nuestros corazones.


Más allá de la muerte y todo lo que eso representa, más allá de la burla, más allá de los dulces, más allá de las pinturas, más allá de las fiestas, lo que en verdad me encanta de este día es plantearnos en una realidad, vamos, más "real". Hablamos de la muerte, amigos. Nos encaramos a ella cada día de nuestra vida. Y en esta fecha está bien, todo el mundo es consciente de que se va a morir, escribimos calaveritas literarias, ponemos nuestros nombres en calaveras de azucar, hacemos nuestras propias tumbas de cartulina negra y lo vemos como una fiesta más. Como uno más de nuestros hábitos, nuestras tradiciones.

Me encanta. Es como si todo el mundo estuviera en la misma sintonía durante estas fechas. Hay muy pocas fiestas que logran hacer eso. Navidad, por ejemplo, no es una de ellas; hay personas que disfrutan la navidad y hay otras que no tanto, pero yo, en mis veintiún años de vida, nunca he conocido o he sabido de alguien a quien no le guste día de muertos. No hay. No existen. Y si sí existen, pues sigan en el anónimato, porque estamos mejor sin ustedes amargadDIGO, ya me entienden.



Día de muertos es una tradición viejísima. Muy vieja. Ha sobrevivido durante todo el tiempo que México lleva conquistado (son un chingo de años); tal vez no tengamos a nuestros mismos dioses de antes, ni nuestro sistema de gobierno o economía. Tal vez perdimos mucho, intercambiamos mucho y adoptamos igual, pero día de muertos ha ido evolucionando sin perder la esencia. Quiero decir, somos un país en mayoría católico y aun así continuamos haciendo rituales indígenas. No se puede decir lo mismo de navidad, año nuevo, san valentín o las pascuas. 



Este día nos recuerda a la muerte, pero eso es bueno porque de esa manera podemos apreciar la vida. En mi calaverita literaria, esa es la moraleja -Las calaveritas literarias NO llevan moraleja pero yo sí le puse mi opinión jipi filosófica porque a todo lo que escribo le tengo que añadir mi pensamiento propio y original porque #DesesperadaPorAtención-; disfrutar de la vida, para que cuando llegue la muerte, no importa cuándo sea, nosotros seamos capaces de irnos felices, cumplidos, llenos, satisfechos con lo que hemos hecho, con lo que intentamos y en lo que fallamos.

Pensar en la muerte es adorar a la vida, es valorarla, es respetarla. Reflexionar nuestra muerte nos permite aprovechar este don que se nos ha dado muy random, la vida.



Hay mucha gente allá afuera que piensan que la vida es un derecho, que es casi un hecho de que así será y no. La vida es un regalo. No a todos se nos da y cuando se nos da, tenemos que valorarla así como nos la entregan y trabajar por mejorarla. Muchos dan por sentado que mañana se van a despertar, que irán a sus trabajos y/o escuela, que comerán, que regresarán a sus casas a tiempo, que verán su programa de televisión y revisarán feisbuck, se irán a dormir y todo se repetirá al día siguiente Y NO, AMIGOS. No es cierto. No tenemos la vida comprada ni asegurada. Yo sé que todos tenemos esa costumbre de levantarnos y pensar así. Pensar: "Guácala, otro día de porquería que vivir" y lo sé porque yo también pienso eso, a veces que tengo malas rachas. Pero recuerdo que nadie me debe nada, la vida no me debe nada, Diosito ni Buda me deben nada. Estoy aquí por mí misma y por el regalo que me han hecho hoy. Vamos a agradecerlo. Vamos a cultivarlo. Vamos a valorarlo.


Y a todo esto, yo sé que muchos estarán levantando una ceja y diciendo: "Seguro, Mariana, tú que eres el ser más miserable de la vida y que a cada respiro estás deseando la muerte" y otra vez, NO les debo explicaciones, pero lo haré de todas maneras:
No quiero morirme siempre. Así es mi humor, esa es mi manera de expresar dolor de manera audible. Hay gente que se embriaga, hay gente que usa tuiter y hay gente que se quiere morir. Yo hago todas las anteriores y no hay psicología tras de esto. Este es mi camino en la vida y esto es lo que he aprendido. Yo sé que les causo mucho estrés a las personas, lo sé porque no me entienden en absoluto y lo sé porque me quieren mucho. Se los agradezco. Pero de nuevo, es normal. Preocúpense el día en que ni para eso tenga energía.





En la escuelita donde doy clases, hicieron el altar de muertos en honor a una niñita alumna de ahí que murió atropellada meses atrás. Me pareció muy creepy y muy injusto, porque alguien de diez/once años no debería morir de una manera tan violenta. Me pareció muy triste ver las fotos ahí, los danoninos, el pan de muerto y los juguetes. Me pareció doloroso.


Luego me enteré que en la escuelota donde tomo clases,  hicieron el altar de muertos en honor a mi tío fav, Gerardo, que falleció hace casi un año y que trabajaba ahí como el bibliotecario. No voy a mentir, sentí un golpe en el estómago que me dejó sin aire, pero después de secarme las lágrimas, me pareció un detalle muy bonito que todavía se sigan acordando de él. Que hayan apreciado sus buenas cualidades. Que no lo dejen desaparecer, que siga aquí presente, con nosotros. Me conmovió muchito.

Y entonces, he aquí la dualidad de la celebración:

Duele mucho pensar que nuestros seres queridos ya no están aquí. Me duele como la puta madre cada vez que pienso que soy huérfana de abuelos, que mi primo no vio a su hermano casarse en marzo de este año y me duele aun más como la putísima madre pensar que mi tío fav, Gerardo, no me verá publicar mi primer libro. Bueno, al menos no me verá como yo quiero que me vea. No me va a abrazar y a decirme "Estoy bien pinche orgulloso de ti, chinita". Duele como la puta madre, no tienen idea.

Pero es muy bonito recordar todo lo bueno y todo lo malo que vivimos con estas personas. Sus valores, sus cualidades, sus defectos y sus cagadas. Es bonito pensar que los conocimos, recordar cuando éramos pequeños o recordar lo que sucedió hace una semana. Es bonito hacerles saber de alguna manera humana que aún seguimos pensando en ellos, que ellos siguen aquí, presentes. Es bonito pensar que otros también extrañas a los que amaste tanto, es bonito pensar que si te mueres, habrá más personas que los recordarán por ti. Eso es bonito.





Para terminar, me encanta el día de muertos. Es mágico. Y sobre todo, es una invitación a pensar en nosotros como don de vida, como regalo, como permiso.

Yo estoy intentando sacarle lo mejor a mi vida, cada día. 

Y tú...


Si te mueres mañana, ¿Estarás satisfecho con lo que hiciste hoy?


Pd:

Los dibujos son de mi autoría. Tuve día de asueto, so... Era eso o revolcarme en mi propia miseria. Elegí esto. 

:3

Gracias por leerme. XOXO


No hay comentarios:

Publicar un comentario