viernes, 28 de octubre de 2016

Celebrando Jalogüin


Jalogüin está a la vuelta de la esquina y no les voy a mentir, es de mis fechas favoritas. Creo que ni es sorprendente, considerando lo macabro que puede ser mi humor. Pese a toda la controversia que envuelve a estas fechas, ustedes saben que a mí eso me tiene sin cuidado y me encanta. Voy a celebrarlo como me venga en gana y no me importa a quién pueda incomodar n_n

Siempre he tenido esta fascinación por lo paranormal, por la adrenalina que el miedo produce en mis venas, por las historias de terror y por lo desconocido. ¿Por qué? No estoy segura si fue porque de chiquita me caí y me rompí la maDIGO, porque crecí viendo programas como Coraje, el Perro Cobarde, Escalofríos o películas como It (Eso, El Payaso Diabólico) o  Chucky. Ño sé. Hay algo dentro de mis entrañas que se remueve en una vibración armoniosa y placentera cada vez que me topo con este tipo de situaciones extraordinarias.

Bueno, eso en la vida ficticia, porque en la vida real soy muy miedosa, lo cual es un poco incoherente. Pero bueno.



Para los que no lo sepan, jalogüin es una fiesta llena de tradiciones y misterios. Historias interesantes y monstruos sacados de nuestras más profundas pesadillas.

Sé que hay mucha gente a la que no le gustan este tipo de cosas (Por ejemplo, mi mamá) y yo no entiendo porqué, pues el miedo es un arma biológica que nos ha permitido sobrevivir. Quiero decir, si no sintiéramos miedo, no nos cuidaríamos y ya para hoy estaríamos bien extintos alv. Piénsenlo como un regalo de la evolución.

Además, el miedo a lo desconocido siempre va a estar. Tengas o no miedo, eso ahí está, lo inexplicable. Fingir que no existe no es como si lo fuera a desaparecer.


Jalogüin  es una fiesta de origen pagano que tiene raíces en un festival celta llamado Samhain, que es como "fin de verano" y era celebrado en Irlanda por el fin de las cosechas y da la casualidad de que coincide con el solsticio de otoño.
Se creía que por estas fechas, los muertos, las ánimas, los fantasmas, los espíritus, como sea que ustedes les llamen, regresaban al mundo de los vivos y caminaban entre nosotros. Turbo creepy af. También se creía que estos espíritus podían poseer humanos y hacerlos hacer chingaderas y pues, para evitar eso, tenías que ofrecerles algo. De ahí el "trick or treat" (trato o truco/ dulce o truco), el tan famoso llamado a la hora de pedir dulces (O más bien canjearlos, chantajear a los demás para que te den dulces a cambio de no hacerles una travesura, wtf).
Para evitar que los pobladores se vieran en estos aprietos, se disfrazaban con las pieles de los animales para pasar desapercibidos. También decoraban sus casas con cráneos y demás cosas desagradables para causarles pavor a los muertos -¡Ja!- y de ahí la famosa tradición de decorar las casas, salones, oficinas, etc, con motivos repugnantes y aterradores.

Posteriormente, Roma adaptó esta fiesta al catolicismo y la llamó "All Hallows Eve", derivación de Halloween (JALOGÜIN).




El jalogüin es una fiesta que está basada en el miedo, obviamente. Espectros, demonios, brujas, fantasmas, y demás fuerzas sobrenaturales que llegan a nuestro mundo a hacer de las suyas (como si no tuviéramos ya suficiente en nuestro plato de la propia humanidad) y pues el chiste es escondernos para no sufrir las consecuencias de estas malévolas voluntades.

Pero vamos, a pesar de todo lo malo que podría ocurrir (¿Qué es lo peor que podría pasar, lol?), ¿NO LES DA CURIOSIDAD?
Tanto que no conocemos, tanto que necesitamos saber, aprender y entender. Omg. El miedo es lo último de lo que deberíamos preocuparnos.


En jalogüin también es una fecha en donde puedes ser un miedoso marica -como yo- y es socialmente aceptable.




Pero los invito a abrir sus mentes y ver los siguientes puntos:

1.- Es una fiesta inocente. Nada que ver con el satanismo ni busca invocar espíritus malignos ni jugar con satanás o algo así. Ño. Es una mera fiesta, como ya resumí allá arriba, que coincide con el solsticio de otoño y que celebraba el fin de las cosechas irlandesas. Sí, regresan los espíritus y chalalá PERO TAMBIÉN EN DÍA DE MUERTOS Y NADIE SE ANDA QUEJANDO, WTF.


2.-No será tradición que se inició en México, pero TAMPOCO LA NAVIDAD. Poco tiene que ver con que "sea tradición extranjera". México, el actual México y el México de hace cien años, es un México multicultural. Hemos apropiado tradiciones, hábitos, creencias, externas a lo que aquí se sembró. No me salgan con mamadas, disculpen. Navidad no se inventó en Oaxaca. Las pascuas no son cosa de los aztecas. San Valentín no fue santo mexicano. Detengan su ridiculez.

Adoptar tradiciones, hábitos, etc, etc, etc, a lo que ya obtenido, es parte de un proceso de globalización en el cual todos participamos, lo queramos o no.

Chulos se ven quejándose de que no quieren el jalogüin porque no es mexicano PERO SÍ USAN EL FEISBUCK. Qué cultos y defensores de la cultura mexicana se ven cuando rechazan a los que sí disfrutamos de estas fechas por "adorar cosas extranjeras" cuando ustedes van a comprar sus cosas al Walmart. O sea, jelou.

Adáptate o muértDIGO. Así es esto. ¿No quieres ser parte del mundo? Bien, no lo seas. Pero no seas hipócrita. Todos coludos o todos rabones (?

Qué chido nada más tomar lo que sí nos conviene y lo que no nos gusta, pos ya no.

Guess what? Jalogüin es una fiesta padre y ya.

3.-Es divertido. ¿Qué más quieren? Es una fiesta que nos invita a reflexionar sobre muchas cosas, pero en especial, nos hace pensar en la vida y en la muerte. En esta fiesta vemos lo que más nos aterra como parte de un mero espectáculo. Le hacemos frente. Vamos a fiestas, nos disfrazamos y asustamos a los demás. Nos asustan. Es divertido. Nos da pie para pensar en lo que nunca pensamos, en imaginar, en soñar, en temer. En crear. Eso es muy cool.

Como escritora mediocre e histriónica, puedo verlo como algo muy cool.










Tampoco es obligación, no me malentiendan. Sé que hay gente allá afuera que de veras no le encuentran lo placentero a esto y es muy respetable. Todo lo que digo es que si a ti no te gusta, no quiere decir que los demás tampoco tenga que gustarles.

Si tus argumentos se basan en libros religiosos o pensamientos conservadores, mejor guárdatelos, porque además de amargarles la fiesta a los demás, pareces el tío loco que le grita a la luna porque brilla cada noche. Stop.




En lo personal y como ya he dicho, jalogüin es de mis fiestas favoritas. Así hubiera sido mexicana o hubiera sido inventada en Júpiter, a mí eso no me importa. Me gusta el concepto, me gusta la historia, me gusta el potencial y lo disfruto tanto como puedo. Soy feliz así, aunque de noche me dé un chingo de miedo irme a dormir ge ge ge.


Finalizando este post, quiero desearles un muy feliz jalogüin a los que lo celebran, y a los no también. Que ningún espíritu malévolo los encuentre y reciban muchos dulces. Sean lo que quieren ser hoy (o sea, 30 y 31 de octubre), es la perfecta oportunidad de soltar a la fuerza sobrenatural que llevamos dentro.


miércoles, 26 de octubre de 2016

Algo Peor Que Morir

Cada semana siento que estoy envejeciendo mil años, POR QUÉ ME PASA ESTO, ha de ser por el trabajo. Aparentemente es mi única fuente de estrés y frustración infinita. Voy a pensar que es eso y no algo más. La negación es linda y necesaria a veces.

Creo que a esto se le llama crecer. Despertar todos los días con dolores nuevos en lugares innombrables, enfrentar personas frustrantes, orgullosas y patéticas y no ahogarnos dentro de nuestros propios residuos de miseria al encarar eventos desafortunados e inevitables.

Mi pensamiento ha cambiado, durante toda mi vida. Es natural. Es común. No siempre he pensado igual y gracias a Dios por eso. Todo lo que he vivido, he leído, he aprendido, ha sido para algo. Ha modificado en alguna parte mi comportamiento y mi manera de ver la vida. Mi carácter ha sido el mismo, sí. Poco ha cambiado y mis enfermedades mentales y físicas parecen agravarse un poco más al dejarlas correr con el pretexto de que "cuando tenga tiempo/dinero/ganas haré algo".

Ustedes han sido testigos de mis muy remarcadas opiniones sobre la muerte. La mayoría de ustedes las encuentran ofensivas, groseras, desconsideradas y exageradas/dramáticas. La mayoría de ustedes no las entienden, no buscan razonarlas; es más fácil juzgarlas.
No es queja. Es una simple observación.

El tema de hoy es algo que vengo pensando desde hace un par de años. No sabría bien qué fue el detonante para que mi pensamiento cambiara radicalmente, ni sé cómo pasó. Sólo sé que cuando la siguiente oportunidad se me presentó, mi consuelo fue decir: "Vivió como quiso".




Vamos a ser bien claros:

La muerte es un evento natural e inevitable. No podemos escapar de él, ni siquiera aunque lo intentemos. No podemos considerarlo como un mal augurio, como mala suerte, como una calamidad. Las circunstancias son las que marcan la diferencia: No es lo mismo morirte a los setenta años de edad de un infarto, que morirte a los veintitrés a manos de un borracho irresponsable e imbécil.

Pero en sí, si lo vemos desde el punto de vista biológico, es algo que ya está latente en nuestras venas. Vamos a morirnos. Todos. La diferencia está en el cómo y cuándo.


No soy muy adepta de hablar sobre mi vida privada, sobre todo las historias tristes. Claro, conocen algunas que yo les he contado para calmar mi dolor, pero si puedo evitarlo, lo voy a hacer.

A lo largo de mi vida y bajo el estricto régimen que supuso la religión en mi ideología, he tenido que soportar a la muerte como golpes en el estómago. Crecí viéndolo como algo malo, algo que debería temer. Algo que no estaba bien. Algo que debía dolerme.

Nunca realmente obtuve algún tipo de orientación para cuando estas situaciones se presentaban. Mis padres, creo yo, en un fallido intento de protegernos a mi hermana y a mí, nos encerraron en una burbuja de ignorancia tanto tiempo como pudieron. No podían escondernos ahí para siempre, por lo que cuando cobré consciencia y enfrenté a la dura y fría mirada de la muerte en mi círculo social, obviamente perdí el sentido.


Sufrí bastante.




Y, siendo mi naturaleza sensible af, encontré un enorme placer al regoderarme en mi tristeza. Más allá de todo lo que había pasado, el único consuelo que tenía era conmigo misma.

Mis padres podían abrazarme.
Mis amigos podían escucharme.
Mis parejas podían secar mis lágrimas.

Pero al final, esa paz espiritual que necesité para evolucionar y entender mejor las cosas, derivó de mi propio dolor.


Recientemente entendí que la muerte no es algo propiamente malo, algo que deba avergonzarme o que deba temer.

Hay mucha gente que se escandaliza allá afuera cuando me escuchan bromear sobre mi propia muerte y me hacen pensar: ¿Es que esta gente no está consciente de que SE VA A MORIR? ¿DE QUE ES OTRO DE LOS MUCHOS PROCESOS QUÍMICO- BIOLÓGICOS A LOS QUE ESTÁ SUJETO EL SER HUMANO?

????


Pero, entender la muerte no significa ser indolente a.

Entiendo a la muerte y cada vez que alguien se muere en mi familia -si soy sincera, ha sido muy seguido en estos últimos tres años, wtf, cálmense-, lucho contra mi tristeza y mi dolor para hallar la luz que necesito para continuar. El consuelo que ocupo para sanarme.

Eso quiere decir, que sí, me hiere que se mueran las personas que amo. Por supuesto.

Pero he dejado de amargarme por eso. He decidido no sufrir más por ello, porque, ¿Cuál es el punto? De todos modos se iba a morir. Sí, hubiera hecho mucha diferencia el morirse a los ochenta años que a los cuarenta y tres, pero sigue siendo un proceso inevitable. Un evento que, por mucho que yo llore, ninguna de mis lágrimas iba a poder cambiar.

Así que, la resignación trajo consigo, además de humildad, un espectro especial. Como unos lentes de sol. Me ha permitido ver más allá del revuelo que causa uno cuando se muere.


Te mueres, y de repente eras especial para todos. Todo el mundo se olvida de tus fallas, te recuerdan por lo bueno; olvidan esas preocupaciones que causaste, esas discusiones que iniciaste y las veces que la cagaste. Te santifican. Exageran cada aspecto bueno que pudieras poseer y si no poseías cualidades llamativas, te inventaban unas.

Te mueres y de repente todo el mundo te extraña. Todo el mundo te quiso y todo el mundo intentó ponerse en contacto contigo, haciendo quedar mal a la vida por arrebatarte de sus caminos tan pronto.

Te mueres y de repente, a todo el mundo le duele, menos a ti.

Es como nacer.






Te mueres y a las personas, casi en automático, lloran tu ausencia en vez de celebrar tu vida.



Entiendo, entiendo, no todos llevamos el luto igual, ni nos sentimos igual ni vemos las cosas igual.
Lo entiendo.

Sólo sé que, después de estos cuatro años de superación espiritual, de caídas verdaderamente dolorosas y profundas, hay algo que aprendí y que jamás voy a olvidar:

Si hay algo peor que morir, es no vivir.






Y por no vivir me refiero a no hacer de tu vida lo que te venga en gana. De no disfrutar de los mayores placeres de la vida, de no ser capaz de vivir lo que quieres vivir.

Claro, sin dañar al prójimo, obvio.

Eso sí es peor, amigos, si tomamos a la muerte como algo censurable.


Peor es haber vivido una vida gris, fría, sin gracia, sin altibajos. Peor es haberte escondido de todos y todo por miedo. Peor es no haber sabido aprovechar las grandes oportunidades que de vez en cuando la vida tiene la generosidad de prestarnos.

Peor es haber sido bendecidos al regalarnos una buena vida y desaprovecharla. Eso sí es peor.





Hace dos semanas, más o menos, una amiga muy querida de mi mamá falleció. Ella estaba muy triste y se lamentaba, un poco, porque la última vez que la vio fue hace cuatro años. La acompañé a una de las misas en su honor y yo misma vi cómo los hermanos y amigos en común se desmoronaban de dolor. 
Sentí mucha tristeza.

Cuando mi mamá me estaba platicando de ella, un poco más tarde ese mismo día y mientras comíamos en un puesto de comida, me dijo que "no se había cuidado su amiga". Su amiga era una mujer diabética que a menudo gustaba de tomar alcohol. Vivió siempre en la fiesta, nunca tomó en cuenta su delicada salud para sus diversiones y yo lo único que pude opinar fue:

"Bueno... al menos vivió como quiso".

Y si por ello, murió tan "joven", tan repentino, creo que ella misma aclararía que valió la pena.

¿Quién de entre nosotros podremos decir, cuando nos llegue la hora, que vivimos como quisimos y que morimos por ello? No hay mejor vida que la que uno elige vivir y no hay mejor muerte que al uno elige morir.


Yo he hecho mi elección.








¿Y tú?




viernes, 21 de octubre de 2016

Cómo Leer A Las Personas. UNA GUÍA ESCRITA POR MÍ PERO QUE NO SIGO.

Este post me ha tomado cerca de tres intentos y por lo menos cinco minutos en considerar cuál versión dejar correr. Bueno, tras una épica y acalorada discusión conmigo misma, he decidido escribir sobre algo que a lo mejor más de alguno de ustedes tendrán conflicto en creerme.
Bueno, leerme y creer en lo que pienso y digo es su parte, no la mía. No soy yo quien tiene la última palabra. O bueno, técnicamente sí porque las cosas se hacen a mi manera o no se hacen en absoluto pero, ya saben, me tiene sin mucho cuidado que decidan tenerme fe. Quiero decir, hay gente buena rodeándome de luz, así que... Ya saben, son libres.

Muchos de ustedes conocen algunas de mis historias, la mayoría tristes y extrañas as fuck, y tal vez tengan una percepción generalizada de mí. Hay algo que deben saber y que sólo digo cuando creo que es necesario decirlo:

Ustedes sólo conocen lo que yo quiero que conozcan. Pueden intentar ver más allá, intentar recorrer hasta el último de mis recovecos más oscuros, mis bordes más filosos y mis secretos mejor escondidos, pero al final soy yo quien decide si cierro o no las puertas ante una persona. No suelo cerrar las puertas a las personas, sólo lo hago bajo dos supuestos:
1.- Te voy a llevar a la ruina
2.- Me vas a llevar a la ruina

Cuando tenía cuatro años de edad, aprendí a leer palabras y desde entonces he estado leyendo y leyendo casi todo lo que encuentro, todo lo que puede llegar a mis manos y todo lo que puede querer saber mi cerebro, lo que puede saciar mi curiosidad. He leído tantos libros, que inconscientemente aprendí a leer a las personas.

Y a lo mejor pueden pensar que leer libros no tiene mucha correlación, puesto que es un actividad que se disfruta mejor en la soledad de la calma, pero créanme, hay más de las personas en los libros que en las fiestas.



Tengo buenos instintos. Supongo que eso de la supervivencia y esos asuntos han permitido que el ser humano -yo, en este caso- desarrollemos un olfato casi infalible a la hora de detectar peligros. Pero la historia va así:

Se me acerca una persona y me da mala espina, un presentimiento inquietante, una mala señal comienza a vibrar, pero lo ignoro porque pienso: ¿Quién soy yo para juzgar a alguien que no me ha dado ninguna razón para desconfiar? y ahí voy, a dar un voto de confianza. Y las cosas comienzan a suceder, empiezo a leer entre líneas, pero decido hacerme mensa porque "todos somos humanos y nos equivocamos". Y así sucede hasta que pasa algo muy culero y entonces decido que sí, que todo este tiempo tuve razón por dentro, que otra vez por ingenua idiota me la volvieron a jugar y me toca sufrir de a gratis.

Y así es sucesivamente. La gente creería que nunca aprendo, y puede ser el caso, pero el punto no es ese. Sé cuando algo va a pasar, lo veo venir, lo puedo leer en los ojos de las personas, descifro las intenciones de ellos incluso antes de que siquiera ideen un plan.
Pero tengo esta tendencia de ver lo mejor en las personas y esperar lo mejor, porque por alguna razón tenerle fe a la humanidad es algo que me da paz espiritual. Lo cual no tiene sentido porque me llevo más decepciones que alegrías viviendo con esa mentalidad. No lo sé, a lo mejor sí me gusta sufrir más de la cuenta.




Pero los libros son como las personas y si sabes leer entre líneas, jamás te van a poder engañar. Bien cierto es ese dicho que va de "No juzgues a un libro por su portada" y no deberían juzgarlo por eso. Lean el resumen, lean las críticas. Lean el prólogo y si tiene contexto histórico del autor, léanlo también. Pueden leerlo todo, de cabo a rabo, pero una sabe, en lo más profundo de su alma, cuando un libro le gusta o no. Cuando va a ser una experiencia provechosa, cuando va a ser bueno.

Lo mismo pasa con las personas. Puedes conocerlas de años, o puedes conocerlas de horas. Puedes saber toda su historia o puedes saber eventos aislados. Puedes hallarle tantas similitudes contigo mismo para que te agrade o puedes buscarle millones de diferencias para que no te agrade. Puedes construirla o destruirla a tu placer y voluntad.
Pero una sabe, en lo más profundo de su alma, cuando algo va a ser bueno, va a ser próspero. Cuando alguien te va a enseñar algo.



Yo he ignorado mis instintos primitivos y después ignoro lo que leo entre líneas, en las sombras y todo eso me ha llevado a historias trágicas, patéticas y en su peor defecto, en desperdicio de tiempo. O sea, no que lo que me dejan los demás es basura pero sí hay cosas que prefiero ahorrármelas, porque ya las he vivido a mi tiempo.


De haber hecho caso a lo que la vocecita de la razón en mi cabeza me gritaba, muchas cosas dolorosas y que me han metido en problemas -incluyendo el día de hoy- no las habría tenido porqué soportar. Pero ay, de mí, que peco de pendeja.



Rara vez mis sentimientos por las personas no se equivocan. Mis opiniones, y mi estúpida creencia jipi sobre la humanidad, por otro lado, viven en el error constantemente.


Así que, si de todos modos quisieran escucharme cuando les digo lo siguiente, espero que las cosas marchen mejor para ustedes que lo que han sido para mí.


Para ser alguien tan leída, todavía me resulta increíble caer en mi propia ingenuidad. En fin.


1.-Hay de "malas apariencias" a MALAS APARIENCIAS:
No digo que deban juzgar a alguien por cómo se viste o cuánto pesa. Nada de lo que conlleve las características físicas de una persona podrían marcar un factor para determinar qué tipo de persona es. Pero los ojos son la ventana del alma y fácilmente te puedes dar cuenta cuando una sonrisa es genuina o es falsa. Cuando alguien voltea los ojos más de lo necesario, ensancha la nariz como respuesta a su tóxica intolerancia o sus despectivos gestos van más allá de lo cordial, No digo que una sonrisa no pueda engañar a alguien o que sea algo honesto, pero una se da cuenta cuando la calma y la transparencia son acordes a.
No ignoren a sus sentidos.



2.- Todos tenemos derecho a una mala opinión:
Por supuesto. En mi caso, estoy repleta de ellas, como por ejemplo que el bajón de calidad de Arrow entre la temporada 3-4 casi ni se siente, o como que Don Quijote de la Mancha o 100 Años de Soledad no son novelas tan grandiosas o tan disfrutables. Todos tenemos derecho de opinar mal de algo o tener una opinión estúpida, pero una cosa es tener eso y otra muy diferente es ser un pinche intolerante con miedo al progreso.
Ser homófobo, misógino, xenófobo, racista o cualquier tipo de radicalidad incitando al odio es imbécil y eso no es una mala opinión. Eso es ser estúpidamente malvado.
Si una persona suela un comentario de ese tipo, no lo dudes, huye. Huye bien lejos. Esas personas no traen nada bueno.



3.-Las acciones hablan más que las palabras:
Esto es algo que todos conocemos y que todos pasamos por desapercibido. Las acciones hablan más y mejor. Y no lo digo como el típico "quien te quiere se le nota" o algo así. Para nada. Las acciones que debemos tomar más en cuenta es cuando estas personas las ejecutan contra alguien más. Es decir, por ejemplo, cuando estás con alguien y empieza a hablar mal de las personas. O como cuando vas a un restaurant, un lugar de servicio público y empiezan a tratar mal a los empleados, etc. Eso dice mucho de una persona y lo saben, amigos. Lo sabemos. No echen en saco roto las experiencias ajenas y externas. Ver cómo se comportan con otras personas es como verlos en su hábitat. La petulancia y la pesadez mamona no son cosas que fácilmente se disfrazan.






De manera relativa, es fácil saber cuando una persona no va a traer nada bueno a tu vida. Aquí lo que sucede es que nos dejamos llevar por nuestras emociones, nuestras ganas de creer en alguien, nuestras ganas de moldear a alguien entorno a nuestros deseos y pues eso muchas veces nos ciega. Lo sé, porque a mí me pasa, me sigue pasando. Intento trabajar en eso. Aprender de ello y ya saben, seguir.


Al final, los libros sí se parecen mucho a las personas.

Los buenos libros no son los más caros ni los de edición especial, tampoco son los más populares o los clásicos. Los buenos libros son los raros, los que te encuentras accidentalmente y los que llegan en momentos especiales a tu vida, que los lees cuando requieres leer.

Y hay mucha gente por allá afuera mediocre, barata, simplona y sin buenos finales. Pueden leerlos, pero por favor, no les hagan lugares en sus estanterías. Ño lo merecen.


miércoles, 19 de octubre de 2016

#NiUnaMenos parte ll: Siempre Presente.


Iniciaré el post de hoy con una disculpa por desaparecerme tan bruscamente hace una semana. Me quedé sin internet u_u, maldita pobreza extrema, pero lo bueno es que ya tengo, así que podemos reanudar el paso de este bello y provechoso blog (?.

El tema de hoy iba a ser algo de lo que tengo muchas ganas de hablar y de lo que casi no hablo, lo cual es un poco sorpresivo porque es precisamente relacionado a mi carrera, pero los hechos me orillan a retomar algo muy importante. No es un tema que me guste ignorar u obviar, no es algo que me cause conflicto rememorar.

Pero sí me emperra que siempre que hablo de esto hay razones OBVIAMENTE horribles detrás. Quiero decir, más que reflexiones u observaciones, lo que parecen ser mis opiniones con respecto al tema de esta noche suenan a quejas.

No son quejas.

Son gritos de demanda, de desesperación, en busca de auxilio, en busca de notoriedad. Son aullidos de dolor que desgarran desde adentro mi garganta y queman mis labios. Son sollozos amargos que envenenan mi alma con sufrimiento, con angustia. Son heridas que, aunque flageladas en mi piel no están, en mi alma, en mi corazón se han tatuado.

De veras, qué chingados.






Supongo que escucharon la noticia de esta chica, Lucía Pérez, una argentina de dieciséis años que murió debido a un abuso sexual inhumano y aberrante. Una chica, una niña, una adolescente, que fue asesinada, que fue torturada, que fue abusada por sabrá qué tipos de monstruos.

O sea, neta, qué chingados.

Se convocó nuevamente el ht #niunamenos y las pláticas sobre la violencia de género cobraron volumen, otra vez. No por reflexiones, no por observaciones, sino por una noticia tan horrible de este grado. En diversos países -sobre todo los de latinoamérica, porque es un lugar donde se peca de machismo- se crearon las marchas y los paros en protesta de los feminicidios. Esta horrible tragedia no es una noticia una en un millón: Es un recordatorio de algo que tenemos que vivir como mujeres en nuestros propios países, perpetrados por nuestro propio pueblo.


Amigos, estoy tan enojada que apenas puedo contener el llanto. Estoy tan enojada que pienso que no me importaría doblegarme ante la oscuridad si de esa manera puedo salvar las personas, a las mujeres. Estoy tan enojada que accedería fácilmente a renunciar a mi humanidad con tal de erradicar este tipo de asuntos, de situaciones, de aberraciones.

Y estoy tan enojada que estoy dispuesta a lanzar el primer cuchillo en dirección del primer pendejo que salga con una estupidez.

Soy mujer, lo siento como mujer y sé lo horrible que es tener que vivir así, con pinche miedo, incluso de tus propios conocidos. Hace algo de tiempo leí que la mayor parte de las violaciones se dan por parte de conocidos, de familiares y eso está muy jodido.


Estoy bien asustada, amigos, estoy bien triste. Pero sobre todo eso burbujea, latente y fatal, una ira que arde. Estoy tan enojada que estoy dispuesta a abandonar mi vida y a todos los míos con tal de perseguir a estos monstruos y drenarles hasta la última gota de sangre, hasta el último aliento de vida.

Esto no tiene perdón, amigos. Esto no lo va a perdonar ni Dios.

Y no tendría porqué.





Esto es odio puro, en su máxima expresión. Esto no es un accidente, esto no es una "enfermedad" como algunos pendejos quieren intentar dar la impresión. Esto es odio. Ellos nos odian y nos odian mucho. Creen que son dueños de nuestros cuerpos y tienen decisión sobre los mismos. Creen que somos objetos doblegados a su voluntad, a su placer. Creen que somos un mero medio para la supervivencia humana, creen que no valemos nada.

O sea, están tan pendejos y son tan malditos bastardos que creen que para respetarnos y tener decencia humana básica tenemos que estar emparentados con ellos, o que les vamos a dar algo a cambio.

Neta, qué les sucede, amigos.




Estoy tan tan tan tan enojadísima con todos, con la raza humana, con los hombres, por permitir esto.
Quiero decir, primero se pinches ofenden por las pláticas del pendejo ese de Donald Trump y luego pasa esto. O sea, ¿Debo creerme que eso del "locker talk" que ejemplificó Trump es un invento de él?
Si Donald Trump nos llamó a los mexicanos "violadores y delincuentes" y nos emputamos, pero en  la vida real el índice de violación en el país es de 120 mil violaciones por año *fuente aquí* ¿No tendría un punto este señor ridículo?


Y yo sé que no todos los hombres son malos y que hay hombres decentes. Como he dicho antes, lo sé, tengo la fortuna de decirles a algunos de esos hombres "amigos", pero ¿saben qué es lo peor? Que incluso cuando no haya tantos hombres violadores por ahí, sí hay un chingo que se callan alv. Que perpetúan la cultura de violación, la glorifican. Viven burlándose de las mujeres, viven "haciendo chistes" sobre nosotras, sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras decisiones, sobre nuestras vidas sexuales, sobre nuestros trabajos, sobre todo. El mal se esparce. Un golpe deja moretón y duele, pero una palabra también es agresión.

Y muchos que leerán esto pensarán "Ay, pero qué exagerada que por una palabra se ofenden", y quisiera decirles a esos cabrones que: Tú eres la principal parte del problema y ojalá te mueras sin dejar descendencia. 

Exagerado te vas a ver el día en que te degraden en el transporte público al tocarte sin tu consentimiento. 
Exagerado te vas a ver el día en que alguien difunda, por venganza, tus fotografías encuerado y seas la pinche burla del año.
Exagerado te vas a ver el día en que alguien te eche la culpa de los males que pueden pasarte.
Exagerado te vas a ver el día en que te nieguen el trabajo por tu género, el día en que tu propio jefe termine chantajeándote con favores sexuales para conservar el trabajo, para el día en que asciendas por tus propios méritos y los demás crean que es porque te cogiste a alguien.
Exagerado te vas a ver el día en que tengas que explicarle a tu familia porqué de repente bajaste mucho de peso y porqué tienes tantos moretones.
Exagerado te vas a ver el día en que te nieguen la oportunidad a la educación porque "te vas a casar de todas maneras".
Exagerado te vas a ver el día en que te valoricen de acuerdo a tu apariencia, si eres poco o muy propenso a dar un espectáculo sexual fabuloso.

Exagerado te vas a ver el día en que alguien te drogue, te meta un palo por el ano y te lo desgarre tanto que te dé un paro cardiorespiratorio.

Exagerado te vas a ver el día en que te enojes porque exiges que respeten tu dignidad humana y los demás se burlen de ti, te señalen como "intenso".


Si vives todo eso y aun así crees que estoy exagerando, por favor, mátate ya.




Como muchos de ustedes ya saben, mi mejor amiga se fue a estudiar a Argentina por seis meses. En estos momentos estoy platicando con ella porque sí me di un buen susto cuando leí la noticia. Si siento dolor y rabia por algo así de horrible que le ocurrió a una perfecta extraña para mí, de veras no quiero pensar en la posibilidad de imaginarme qué haría yo si esto le ocurriera a alguien cercano a mí. Yo creo que sí perdería -más- la cabeza.



Es una lucha, se siente como una guerra, cada día que pasa. Llegar a casa sana y salva parece una victoria, cuando no debería ser así. Carajo, estoy viviendo en MI hogar, en MI país, con MI gente. Yo sólo tengo una pregunta:

¿Por qué?


¿Por qué nos odian tanto? 

No es retórica ni sarcástica ni nada por el estilo. Es una pregunta perfectamente pura e inocente. De veras quiero saber.

¿Por qué?

¿Qué les hemos hecho que les causara tanto daño como para que ustedes cultivaran siglos y siglos de odio hacia nosotras? ¿Es que nos ven como una amenaza?



Pudo ser mejor este post, lo sé. Pude haber dado buenos argumentos y chalalá, mejores investigaciones y lo que ustedes quieran.
Mis opiniones no se quedan en esto. Lo digo como alguien que ha tenido que vivir bajo la violencia de género, quien lo ha sufrido, quien se despierta con miedo cada día desde que tengo consciencia de las cosas. 
Lo digo como una mujer afectada, porque han matado a cientos, a miles de mis hermanas, porque han dañado a millones más y porque me niego a aceptar que es una "situación provocada por una malsana psicología social" que no se puede revertir o erradicar.
Lo digo como una escritora, porque ni siquiera en compilaciones de cuentos de Lovecraft o Edgar Allan Poe había leído cosas tan horribles.
Lo digo como maestra, porque la violencia de género empieza en casa, desde que somos muy niños y créanme que he visto cosas en verdad terribles.
Lo digo como ser humano, carajo, como ser que siente y piensa y reflexiona y medita. 

Porque no es correcto, no está bien.





Porque no quiero que nadie viva más así, con miedo.


Porque no nos merecemos esto.

viernes, 7 de octubre de 2016

La Salida Fácil



AmigoS ESTOY BIEN EMOCIONADA PORQUE ACABO DE COMPRARME MISERY DE STEPHEN MIAMOR KING y omg, ya tenía tiempo sin leer algo de mi bebé de luz. Fuera de ello, he tenido un día muy agitado, largo, frío y un poco vacío. Todo el mundo salió a divertirse y yo me quedé encerrada como un triste animal :(, pero en fin, al menos tengo mi librito en manos y el nuevo disco de OneRepublic ya salió y está turbo baratísimo. Son buenas noticias.


Pensé en escribir sobre una de mis mejores amigas, porque hoy es su cumpleaños número veintidós, pero mejor aterrizaré en el tema que he estado pensando durante bastantes meses. Es un tópico personal, porque muchos lo consideran un defecto de carácter, una señal de inmadurez emocional y yo ni siquiera había tomado consciencia de que era algo que solía (suelo todavía) hacer.

La salida fácil a cualquiera de mis problemas es cortar toda relación con las personas y salir huyendo.





Como una vez lo aseguré, nunca se me ha dado la habilidad para terminar mis relaciones con las personas. De hecho, no empecé a hacerlo sino hasta muy entrada mi adolescencia, pero durante mi niñez y pubertez, incluso cuando sabía que quedarme con ciertas personas me iba a hacer mucho mal, no podía apartarme.

La verdad no sé qué cambió, en qué momento todo se retorció a tal punto que esa fue mi única opción viable en el instante, que comencé a borrar todo rastro de relación y sentimientos que tuviera por las personas que me hacían daño.



Cuando estaba en segundo año de preparatoria, tuve un conflicto con uno de mis amigos más cercanos. Yo estaba tan enojada y tan herida por lo que Nuncio había hecho, que decidí ponerle fin a mi amistad con él. Lo ignoré, lo borré de mis contactos, lo evité tanto como pude. Ignoraba sus mensajes y llamadas, ignoraba a las personas que él mandaba para intentar hablar conmigo, ignoraba pues sus ganas de hacer bien las cosas, sus buenas intenciones. Yo estaba tan consumida en mi propia ira y dolor que me era fácil mantenerme lejos. Luego vino lo inevitable y la muerte asomó sus narices; no podía dejarlo así, no podía abandonarlo, así que reanudé mi amistad con él y hasta el momento seguimos siendo muy buenos amigos. Pero no fue por mi propia decisión el haber regresado con él, sino que fue parte de lo que la vida misma había puesto en el camino. Él estaba pasando por uno de los momentos más difíciles de su vida y yo me sentía incapaz de permitirle atravesarlo solo. Incluso cuando yo estaba muy molesta con él, incluso cuando una vez me hizo una pregunta que me hizo llorar por varias semanas, incluso cuando todo lo peor que nos pudiera haber tocado nos tocó, yo no podía dejarlo. Sentía bastante cariño por él, dentro de mi alma, debajo de todo ese descontrol iracundo y no tuve más remedio que arrastrar mis pies y abrir mis brazos para sostenerlo con toda la fuerza de la que yo era capaz de evocar.

Pero no voy a mentir, fueron meses y meses de distancia. A veces me pregunto cuando estoy de ociosa, si nunca hubiera pasado lo que pasó, ¿Yo habría decidido seguir mi camino?




Puedo seguir contándoles historias así, porque a partir de eso, de la primera vez, lo seguí haciendo, cada vez con más frecuencia y hacia personas que significan mucho para mí. Lo hice con mis amistades, con mis parejas, con muchas personas. Siempre pensaba, me justificaba a mí misma diciendo que yo no estoy para soportarle mierda ajena, que no quiero sufrir en una relación que debería traerme alegría y bla bla bla.

Lo hice, lo he hecho.


Doy la impresión que ante el primer problema que tengo con alguien, lo que hago casi por instinto es lavarme las manos y salir corriendo lo más lejos posible para esconderme y llorar, en vez de enfrentar mis problemas como un adulto responsable (?.


Huyo, huyo muy lejos y me pierdo en el camino.


Es muy egoísta y casi nadie solía decírmelo. Pero en estos meses me lo han dicho directo en la cara: Ante algo que no me gusta, recojo mis "barbies" y me voy. Supongo que por eso no puedo culpar a alguien que se siente tan temeroso de irritarme, de no esforzarse lo suficiente como para agradarme. Supongo que es una reputación que yo misma he labrado con el sudor de mi propia frente; la gente que me conoce y me aprecia mucho, suele tener miedo de que en cualquier momento yo vaya a cambiar de opinión por un gesto que no encuentre confortante o suficiente.

Lamento mucho que piensen así; es horrible, pero es algo que yo hago con tanta frecuencia, que entiendo que eso me hace horrible. Nunca me había dado cuenta y lamento mucho por hacerlos sentir de esa manera. No está bien. Entonces puedo entender un poco porqué mis amigos son así de celosos y posesivos; porque creen que no puedo hablarle a alguien más, porque creen que no puedo tener más relaciones, porque eso los hace considerar que ante el primer error que cometan, ante algo que digan que no me guste, yo voy a dejarlos... y no es el caso.

Quisiera tomarme mi tiempo para aclarar este punto; cualquier cosa que digas, cualquier pensamiento que tengas, cualquier acto que hagas, si yo siento amor hacia ti, difícilmente hará que disminuya o cambie. Sé que no siempre soy tolerante con lo diferente y sé que suelo perder la paciencia ante algo que no es como yo quiero, pero esas diferencias nos alimentan, amigos.




Sé que mis palabras son sólo palabras y que a lo mejor creen que la fragilidad de nuestra relación se deba a mi temperamento y estabilidad emocional. Ño. Como digo, una relación es de dos y yo no suelto ni dejo atrás a alguien a quien amo.


Pero hay veces, situaciones especiales, en las que debo pensar primero en mí misma y considerar si estoy sacando algo de provecho de esta relación. Como ya hablé en un post anterior sobre cómo terminar una amistad, estoy convencida de que muchas veces terminar algo es por el bien de los dos.

Hay un mundo, un universo de diferencia entre "no me gustan los jonas brothers" y "creo que tu lucha por los derechos lgtb+ es estúpida, Mariana". Sí me doy a entender, ¿verdad? Quiero decir, por más que tengamos años de conocernos y chalalá, todo lo que ustedes quieran, no puedo tener a alguien así en mi vida. Es estúpido.




Quiero pensar que lo que estoy a punto de hacer no es porque estoy dándome otra vez el lujo de salir por la puerta de atrás, de irme por lo más rápido e indoloro. Quiero pensar que lo que estoy a punto de hacer es por el bien de los dos, porque no nos hace una vida fácil cuando somos personas tan pero tan diferentes que se rehúsan a ver el lado de la vida del otro. Quiero pensar que él lo va a entender.







A veces cuando amo mucho a alguien aun así me voy porque pienso que es lo mejor. Perdón, ya me han regañado muchas personas porque "no debo pensar por otros" ni soy pinches nadie para saber qué es lo mejor para los demás. Cuando lo hago es porque tengo la seguridad de que están mejor sin mí, de que merecen una vida feliz sin mí, aunque a mí me cueste mil años estar bien.

Sé que muchos no lo entienden. Sé que también corro el riesgo de equivocarme, pero también sé dos cosas:

1.- Si me equivoco, el tiempo ya lo dirá y espero que para entonces las circunstancias cambien y entonces pueda tragarme mis palabras y podamos estar bien, estar juntos.

2.- Stephen King es un bebé de luz y debemos protegerlo a todo costo.



Para finalizar este post porque ya me urge ver AHS y The Exorsist y me estoy quedando dormida, quiero añadir que dejo de hacer esto. Dejo de huir de mis problemas, dejo de cortar a las personas sólo porque se me da la gana, porque me es fácil hacerlo, lo más sencillo por hacer. Dejo de hacer eso.

Y empiezo a lidiar con todo esto n_n





...




Quizás la siguiente semana o dentro de quince días, lo prometo.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Frente Nacional Por La Familia: Regresando A Las Cavernas


Amigos, septiembre no fue un mes precisamente fácil para tomarme mis vacaciones. Después de once días, consideré la posibilidad de que mi auto-odio me hubiera llevado a tener la creencia de que cada año debería tomarme un mes de vacaciones de este blog, pero... ¿Tomar vacaciones de algo que ME ENCANTA hacer suena coherente? Suena al purgatorio. Y ciertamente septiembre no fue fácil, no sé cómo pude sobrevivirlo. 

Este blog me da algo de sanidad mental, no sé cómo pude resistir todo septiembre, sobre todo cuando las cosas se pusieron loquísimas. Loquísimas, les digo. Hubieron muchos eventos que tentaron mis instintos homicidas, lloré algunas veces estando en la escuela por no ser capaz de controlar lo que siento y hubieron regresos indirectos. Y eso sólo fue en mi vida personal, en lo que se refiere al mundo, todo está dando vueltas al revés, rápido y sin control alguno, what the fuck. Me voy un mes de este blog y ustedes ya arruinaron a media generación e insisten en regresar a 1768. Qué diablos.

Vaya mes.


Lo bueno es que con mis vacaciones también viene el compromiso de escribir dos veces por semana para reponer lo que no hice en mi break, so... por eso estoy aquí, fastidiándolos nuevamente, en miércoles 5 de octubre. Ok.


Recién inició el otoño, mi estación favorita de todas las estaciones habidas y por haber, y estamos cerca a los días en los que el portal entre nuestro mundo y el de los muertos son tan delgados como una hebra de cabello. Emoción mil.


No es tan emocionante cuando el clima se pone cooperador, las situaciones se prestan, pero las personas siguen siendo igual de pendejas que hace cien años. Comienzo a creer que eso nunca va a cambiar; la historia está probando que no hay tiempos mejores, sólo hay malos ratos y hay peores.

Y mis quejas no van ni siquiera a mi vida personal ni mi vida profesional, van encaminadas hacia el país donde vivo (como casi siempre, oh México, te amo pero no mames)



Hace algunas semanas, no sé cuántas con exactitud, estuve paseándome por tuiter, como cualquier otra velada nocturna. La cantidad casi obscena de tuits en torno al hashtag #FrenteNacionalPorLaFamilia me perturbó y más lo que leí. Diablos. Nunca había leído tanta sarta de estupideces.

Sé que México es uno de los países más homófobos, sé que hay muchos crímenes de odio, sé que la gente aquí es ignorante as fuck, y sé también que somos de las sociedades más doble moralistas y metiches de toda la humanidad, pero esto ya neta era una broma. Un escupitajo amargo en la cara de la evolución. 

La gente había convocado una marcha para "defender a la familia", porque la familia sólo es constituida por madre y padre e hijos. Cualquier tipo de composición que no fuera igual es anti-natural para ellos y podrían afectar gravemente a las estructuras de la sociedad...

Okay, no sé ni por dónde empezar.

Primero que nada, vamos a lo más obvio: Esto es una pendejada a nivel cósmico porque es un mero pretexto para desfilar su homofobia. 

No, no van a "defender a la familia", van a atropellar derechos humanos, van a pelear contra el prójimo porque no están de acuerdo con cómo viven, con cómo sienten, con cómo son. No van a "defender a la familia", porque cuando pasó lo de Ayotzinapa, lo de Atenco, lo de cualquier otro asunto político-violento-corrupto-indescriptiblemente horrible, a esta bola de acarreados les valió madre. No salieron a defender las familias de las víctimas de la violencia de género, los feminicidios el pasado abril. Así que a mí no me vengan con sus excusas insulsas sobre "defendamos la familia" cuando ni siquiera la familia propia es algo que les importe. No me chinguen. Soy joven y bonita, pero no idiota.

No salen a marchar cuando ven que la educación de sus hijos está turbo deplorable, cuando las circunstancias en las que trabajan son casi inhumanas, cuando la situación del país se está yendo al carajo, ¿Y pretenden que yo les crea que vienen a "defender a la familia" por el simple hecho de que los homosexuales tienen los mismos derechos civíles y humanos PORQUE SON HUMANOS? 

Dejen ya esa tontería de que "defienden a la familia". Eso es una de las cosas que más me emperra de todo el asunto. Son tan ignorantes, tan llenos de odio, tan intolerantes, que ni siquiera se atreven a decirle por su nombre: "Vengo a marchar porque soy homófobo y no quiero que se casen". bien simple que es. Noooo. Quieren disfrazar su estupidez porque saben muy en el fondo que lo que están haciendo es turbo estúpido. No los culpo, yo también estaría avergonzada de odiar algo que ni siquiera entiendo o conozco. Pero tengan madre, acepten lo que son.












Luego, lo siguiente que alegaron fue que "están en contra de la ideología de género". ????


Quiero decir, ni siquiera sé de dónde sacaron eso. Hace un par de meses, por medio de un grupo de whatsapp al que pertenezco con mis antiguos compañeros de secundaria (Ya sé, OSAZO por mantener contacto con ellos, pero bueno, lo que sea por los fansDIGO aiñ, nada), me llegó una cadena. Un compañero compartió un link para que lo firmáramos o algo así, porque según era como una recolecta de firmas para luchar contra "las ideologías de género" que se impondrían desde preescolar.

Obvio me quedé como: ??????

Mi ex compañero afirmaba que estaba mal que les enseñaran a los niños que les tienen que gustar los hombres y a las niñas las mujeres. 
????

¿O sea, está mal enseñarle a los niños que está bien que les pueden gustar los hombres pero está bien obligarlos a vivir en una sociedad hetero-normativa??

Alv su doble moral, amigos.

Al final desmenuzamos ese rumor y por supuesto que claro que turbo obvio NO es cierto. La ideología no se implanta en preescolar, en la escuela. Eso viene desde casa, mis chavos. Es cultural. No viene en un libro, no lo aprendes en la primaria. Eso lo mamas desde tu casa y lo saben. Al menos las personas cuyo conocimiento histórico-social es básico.

¿Qué tiene de malo querer enseñarles a los niños educación sexual?

¿Like, que no ven CÓMO ESTÁ EL CHINGADO PAÍS? Los embarazos adolescentes están turbo altos, sobre todo en lugares mega religiosos (No por nada Guanajuato quedó en uno de los primeros lugares de embarazos adolescentes no planificados en el 2011)

La información es poder, la información les dará las herramientas para que estos niños aprendan a adaptarse en un mundo cada vez más globalizado. Y así no lleguen a los dieciséis años pensando que si tienen sexo con alguien NO habrá consecuencias, like what the fuck.

¿Por qué le temen tanto al sexo, amigos? ¿Qué es lo que no le ven de natural?

Por favor, no me contesten.


Es un rumor, amigos. No existe tal cosa. En los libros de texto gratuito no vienen actividades o contenidos a tratar para que los niños se vistan de niñas o las niñas de niños. No se les va a imponer la homosexualidad o lo que sea que ustedes crean.

Pero deberían hablar de ello, sí. ¿Lo hacen? No.

Yo ni soy tan grande, soy del 95' y la educación sexual que recibí fue mayoritariamente en casa. Científica, debo añadir. Durante mi primaria, nos tenían que separar por grupos de hombres y mujeres para explicarnos los procesos naturales humanos de la menstruación y las erecciones y shalalá.¿Por qué nos escondían? Porque pues nuestros maestros, los padres de familia, nos inculcaron que era algo de lo que debíamos avergonzarnos. Diosito sabrá porqué.

Luego de eso, en primero de secundaria recibí un curso de tres o cuatro clases sobre sexualidad en donde me decían lo mismo de siempre: La mujer tiene vagina, útero y matriz. Cada 28 días tiene su ciclo menstrual. Si lo deja de tener, es porque está embarazada. Hay condón femenino y masculino. Si no lo uso, me dará sífilis y moriré. Punto. 

Llegué a la preparatoria y ya en clase de biología no nos ocupábamos de eso, porque pues "eso ya lo vieron". 


Así que básicamente todo lo que sé sobre sexualidad -que debo admitir, es bastante escaso- es por lo que aprendí en casa, por lo que vi en televisión, por lo que escuché en canciones, en entrevistas y por lo que leí en libros o revisé en internet. Fuera de ello, la escuela me ha dejado más que un recoveco de ignorancia entorno a esto.

Y ahora que soy maestra y miro a los niños, me doy cuenta de que se los van a comer vivos allá afuera. Mantener ignorante a alguien es lo peor que le puedes hacer; no lo estás "ayudando", lo estás jodiendo. ¿Cómo pretendo que mi hija sobreviva en un mundo que se mueve cada vez más rápido si ni siquiera le hablo sobre la anticoncepción, sobre los abortos, sobre las ETS, sobre el embarazo, sobre las relaciones consensuadas, sobre su autoestima, sobre su orientación, sobre su género, sobre su identificación? 

¿Cómo chingados vas a proteger a tus hijos si no los educas? ¿Qué les vas a dejar cuando te mueras, además de cuentas y un velorio mega aburrido?






Dicen que quieren proteger a los niños, puesto que creen que la homosexualidad así como su muy válido estilo de vida va a destruir a la sociedad.

Digo, como si la sociedad no estuviera destruida por los sacerdotes pederastas, familiares pederastas y cualquier otro tipo de acto infrahumano perpetuado por la especie heterosexual. Como si la sociedad no se viera destruida por la intolerancia y el odio que profesamos a nuestros hermanos porque son de otro color, de otra religión, de otra orientación. Porque son diferentes, vamos.

Dicen que quieren defender a los niños.


Yo no los veo defendiéndolos, amigos. 

De hecho, los veo dejándolos morir de hambre, los veo dejándolos morir de frío. Los veo siendo indiferentes a su dolor.

A mí me importan los niños y por eso me hice maestra de educación especial. A mí me importan los niños, por lo que cada que tengo oportunidad dono juguetes, cobijas, dinero, para niños en orfanatos, hospitales, lo que sea. A mí me importan los niños, por lo que cada vez que alguno me pide dinero, yo le ofrezco comida.


No hablo de eso casi nunca, de hecho, nunca, porque eso es algo muy personal. Muy mío y no quiero que me vean como algún tipo de santa porque no lo soy.

Por eso me emputa tanto que usen a los niños como defensa, como excusa. Adjudicándoles una idiotez tremenda. Cuando escucho a padres de familia decir "es que mi hijo se va a confundir", de verdad siento una lástima tremenda por aquél niño por tener al pedazo de ignorante de su padre. Lo voy a decir una vez y otra vez si es necesario:

LOS NIÑOS NO SON ESTÚPIDOS.

Ustedes, por otro lado, sí. Bastante.



Vi muchos vídeos sobre la marcha; gente que iba a marchar no teniendo ni una puta idea de lo decían. Gente que iba a marchar porque están convencidos, por algún motivo, que el gobierno y la religión están mezclados. Como si nunca hubieran ido a la primaria y jamás hubieran escuchado de Benito Juárez. 

Lo que más risa me dio es que es gente que pensó que por le hecho de ir a marchar su gobierno los iba a escuchar. O sea, ¿dÓNDE HAN ESTADO EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS? Ah, sí, consumiendo telenovelas de poca calidad. Ok.








¿Saben qué fue lo peor de todo?


Que en un inicio yo pensé que era iniciativa de gente viejita. Y pues sí, muchos de los que fueron a la marcha eran padres de familia o gente ya grande. Vieja. Anciana. Que están a cinco o diez años de morirse.

Pero también vi jóvenes, gente de mi edad; vi NIÑOS.


KHÉ??!!!



Es neta, la selección natural debe ponerse a trabajar muy pronto.

Los adultos al rato se mueren y ya, pero, ¿Y los jóvenes? Ellos, nosotros, se supone que van a dominar el mundo y manejarlo. Pero hay jóvenes de mi edad que siguen pensando como sus padres, como sus abuelos y sus bisabuelos y así.

O sea, es la misma mentalidad en cuerpos más frescos.


Eso me da muchísimo miedo, si les soy honesta.





No quiero vivir en un mundo así. De verdad qué les sucede. 

Deberían preocuparse por algo verdaderamente importante, en vez de andar metiendo sus narizotas en vidas ajenas. Pónganse a leer un libro. Escriban un libro. Vendan libros., Hagan algo por el bien de la humanidad.







Amigos, les tengo unas sugerencias:

1.- Dejen de hacer el ridículo. Parecen viejas chismosas de vecindad. Si no te gusta cómo o con quién vive tu vecino, que te valga madre. No es tu problema.

2.- Dejen de hacer el ridículo. Si es un rumor que corre por whatsapp y no tiene fuente, seguro es falso as fuck. Déjalo pasar. Los rumores y los chismes vienen y van.

3.- Dejen de hacer el ridículo. Incluso aunque seas el mejor católico y el mismo Vaticano te haya dado una medalla de oro, el gobierno es laico. Sorry, pero la religión y el gobierno no se llevan (no deberían); Si no me haces caso, remóntate en tus libros de historia de cuarto y quinto grado de primaria y lee cuando existía la Santa Inquisición. De nada.

4.- Dejen de hacer el ridículo. Si no te gusta que el mundo esté cambiando, mátate :) Créeme, una persona no hace gran falta en este mundo habitado por más de mil millones de personas.

5.- Dejen de hacer el ridículo. ¿Cuántos libros has leído al año?... Exacto. Lee uno y verás cómo evolucionas, de poquito en poquito. Si no se da el caso... entonces sí mátate, por favor.




En conclusión, amor es amor. La familia es la familia.



Y gente estúpida e ignorante es gente estúpida e ignorante.